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Por: USMP Virtual
9 de octubre de 2024
La viruela del mono es una enfermedad que ha llamado la atención mundial por su reciente expansión fuera de África. En Perú, esta enfermedad ha ganado relevancia tras confirmarse varios casos a lo largo del territorio, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias y a la población a mantenerse alerta.
En este artículo te contamos cómo empieza la viruela del mono, los síntomas, su tratamiento, las consecuencias a considerar y cómo se combate la epidemia.
La viruela del mono, también conocida como Mpox, es una zoonosis viral similar a la viruela humana (erradicada en 1980). A diferencia de ésta, la Mpox no se ha extendido con la misma facilidad ni ha mostrado una letalidad tan elevada, pero sí comparte ciertos aspectos en términos de transmisión y manifestación clínica.
Esta enfermedad tuvo su origen en las regiones de África Central y Occidental, y los síntomas de la viruela símica han sido detectados en humanos desde la década de 1970. La enfermedad zoonótica indica que el virus originalmente infecta a animales antes de pasar a los humanos, poniendo un énfasis significativo en la interacción entre humanos y animales silvestres en la transmisión inicial.
La creciente atención global hacia la Mpox se debe no sólo a sus brotes fuera de África, sino también a una conciencia más profunda de las enfermedades infecciosas emergentes en general. Aunque su letalidad no alcanza los niveles vistos con la viruela humana, la propagación en áreas no endémicas ha planteado interrogantes importantes para la salud pública, sobre su detección precoz y la contención de brotes.
Algunos de los síntomas iniciales incluyen:
Es importante destacar que los síntomas de la viruela del mono en niños pueden presentarse de manera similar a los adultos, aunque con ciertas particularidades como dolor de cabeza, dolor muscular, dolor de espalda, escalofríos, inflamación de los ganglios linfáticos, debilidad, agotamiento, dolor de garganta, congestión nasal o tos.
Esta es una enfermedad que inicialmente se transmite de animales a personas, pero que también puede propagarse de persona a persona y a través de objetos contaminados. Los principales modos de transmisión de la viruela del mono son:
En el último año, se han reportado un total de 33 casos confirmados de viruela del mono en Perú, la mayoría localizados en Lima, concentrando aproximadamente el 70%. Esta distribución pone de manifiesto la importancia de implementar medidas de salud pública orientadas a controlar la propagación de la enfermedad.
En 2024, el Ministerio de Salud de Perú ha confirmado 77 casos de viruela del mono. Desde entonces, la respuesta de las autoridades sanitarias peruanas ha sido mediante la implementación de medidas preventivas y la promoción de información para educar a la población sobre cómo se contagia la viruela del mono y cómo prevenir la enfermedad.
El impacto de la viruela del mono en Perú ha sido notable, no solo en términos de salud pública sino también en el aspecto social. Ha habido una preocupación creciente entre la población, lo que ha llevado a una mayor demanda de información y medidas preventivas. El gobierno peruano ha trabajado en conjunto con organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) para establecer protocolos de vigilancia y respuesta rápida para contener los brotes.
Aunque la mayoría de los casos han sido controlados y tratados adecuadamente, el impacto en el sector salud es evidente dada la creciente necesidad de aumentar recursos médicos para la detección temprana y el tratamiento de la viruela del mono.
Con miras al futuro, Perú continúa en alerta y promueve activamente la vacunación y otras medidas preventivas entre su población, especialmente entre aquellos grupos considerados de mayor riesgo, como niños y adultos mayores, para minimizar el impacto de la viruela del mono y asegurar la salud pública.
Definitivamente, la viruela del mono en Perú es un desafío de salud pública que requiere de la colaboración colectiva. Estar informados sobre cómo se contagia, los síntomas de la viruela del mono y su tratamiento es crucial para prevenir la propagación de esta enfermedad.
Para prevenir la transmisión de la viruela del mono, es crucial adoptar medidas de higiene adecuadas, como lavarse las manos regularmente y evitar el contacto cercano con personas o animales que se sospeche están infectados. Además, en los entornos de atención médica, es esencial usar equipo de protección personal adecuado, como mascarillas, guantes y batas, especialmente al manejar muestras o cuidar a pacientes con la enfermedad.
Antes de registrar su primer caso de viruela símica en junio, Perú ya estaba aplicando un plan de acción en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), enfocado en el entrenamiento de personal de salud en aspectos como vigilancia, diagnóstico, y manejo de la enfermedad, y estrategias comunicativas para educar a la población sobre los riesgos y medidas preventivas.
Como parte de estas medidas, equipos móviles visitaron lugares como discotecas y bares, para difundir información preventiva, principalmente en Lima, pero también en toda la nación.
Para complementar estas acciones, el gobierno estableció una línea directa disponible las 24 horas para consultas sobre la viruela símica, que hasta septiembre había atendido más de 117,000 llamadas. Se añadieron también otros medios de comunicación como mensajería instantánea, correo electrónico, y recientemente la aplicación Qatipay para el rastreo de contactos, permitiendo el monitoreo de personas expuestas y facilitando el acceso a pruebas diagnósticas en caso de presentar síntomas.
En este contexto, es alentador ver cómo instituciones y organizaciones continúan trabajando para mitigar el impacto de la viruela del mono, asegurando que el público esté educado y preparado para enfrentar esta amenaza sanitaria.
Las consecuencias pueden variar en severidad de un individuo a otro y, más allá de las manifestaciones iniciales, las complicaciones pueden ser significativas, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Entre las consecuencias graves se incluyen infecciones secundarias de la piel y de otros órganos, neumonía, sepsis, encefalitis y la pérdida de la vista cuando las lesiones oculares no se tratan adecuadamente. La enfermedad puede ser particularmente grave en niños y en personas con inmunodeficiencias subyacentes, en circunstancias raras puede llevar al fallecimiento.
Por otro lado, la Mpox también posee un aspecto psicosocial y económico vinculado a sus consecuencias. Los individuos afectados pueden enfrentar estigmatización y discriminación debido a la visibilidad de las lesiones cutáneas o por el miedo a la transmisión.
La duración de la enfermedad puede durar varias semanas, durante las cuales el paciente debe permanecer aislado para prevenir la transmisión del virus, lo que puede llevar a secuelas emocionales y socioeconómicas adicionales.
El tratamiento se centra principalmente en el alivio y manejo de los síntomas, ya que no hay un tratamiento específico destinado a combatir el virus de forma directa. Entre las medidas de manejo médico especializado para los pacientes se incluyen:
La identificación temprana a través de pruebas diagnósticas y un seguimiento diligente de los casos permiten una intervención oportuna, lo que es especialmente vital para personas con sistemas inmunológicos debilitados que pueden enfrentar un mayor riesgo de complicaciones severas.
Frente a la viruela del mono en Perú, el conocimiento y la prevención son las mayores herramientas. Para más información, accede a los recursos otorgados por la OMS y mantén las medidas de salud recomendadas por las autoridades.
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